Para algunas personas, el alumbrado navideño no es más que un gasto innecesario, que sólo pretende promover la actividad comercial, estimular el consumo y aumentar la economía. Por ello, este año, en la cuál el principal motivo de preocupación es la crisis, muchas personas se cuestionan el por qué se recurre a este gasto, pudiendo invertir ese dinero “mal usado” en otros fines más importantes. Por supuesto, está otra parte, la parte en que nos dejamos guiar por nuestros sentimientos navideños, y en la que la iluminación es un aspecto fundamental, ya que visten nuestras calles de alegría y añoranza.
“La Navidad agita una varita mágica sobre el mundo, y por eso, todo tiene un brillo especial y más hermoso.”
Así que, esto nos hace dudar, si en realidad la navidad no es más que una mera derrochabilidad de dinero o significa la esperanza de otros muchos, la fe en que por un intervalo de tiempo muchas personas sentirán sus ciudades más brillantes, sentirán eso que denominamos “espíritu navideño” en estos momentos en los cuales no son placenteros en cuanto a economía nos referimos.
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